Yo lo hice el pasado Domingo...
Poseía un viejo mapa que me llevaría hasta la zona del desfiladero. Empecé buscando por los riscos más orientales, y dí con una gruta que coincidía con las descripciones. Aguardé unos instantes, y a la vista de que no sucedía nada, lancé un grito, tembloroso, y ¡¡apareció!!
¡¡¡Ah!!! No, esto no puede ser Smaug el Terrible. Ni es de fuego, ni impone, ni vuela ni nada. Habrá que seguir buscando...
Un poquito más adelante, otra gruta, esta un poco más arenosa, y lo mismo, nadie a la puerta. Un grito y... ¡¡Esta vez sí!! Este tiene que ser Smaug...
Por allí asoma la cabeza... ¿será Smaug?¿No será?... un poco más cerca...
Tiene el cuerpo llamativo, es más grande que el anterior... pero nada de lanzas, ni alas ni nada... Seguir buscando es lo que toca...
A escasos metros de allí, una gruta de similares condiciones, pero de tamaño mayor, reunía las condiciones que describía el viejo mapa... Pero en esta ocasión, ya había alguien vigilando, notó mi presencia antes de, siquiera, llegar a verme. Era él. Sin duda. Ese aspecto fabuloso. Esa mirada penetrante.
No solamente esos ojos me miran... En una atalaya cercana, otro congénere me vigila. No estoy seguro aquí...
Muy buena Dario, unas fotos fabulosas.
ResponderEliminarSaludos.
Lolo
Impresionante rapaz. Ya estoy deseando leer ese libro tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo