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20 mayo 2014

Smaug, el magnífico

Cuenta la leyenda que en una gruta, junto al río Arlanza, vive un portentoso dragón, cuyo cuerpo es de fuego iridiscente, sus ojos son rojos como rubíes, y posee una lanza capaz de perforar paredes si se lo propone; Tiene atemorizada a toda la comunidad "bichil", pues su apetito no conoce fin. En el aire, es capaz de realizar vuelos vertiginosos a grandes velocidades y hacer quiebros insospechados. Cualquier coleóptero que pretenda cruzar sus dominios, está firmando una muy probable sentencia final. En el interior de su cueva, guarda el más preciado de sus tesoros, sus vástagos Rubí, Zafiro, Esmeralda, Diamante, Aguamarina, Amatista y Perla. Todos con la portentosidad de sus progenitores. Nadie osa acercarse a sus dominios, los alrededores están plagados de sus víctimas. Tiene atalayas de guardia y, a cualquier intruso que se aproxime, le da una advertencia con un vuelo fugaz y un alarido cuanto menos sugerente.

Yo lo hice el pasado Domingo...

Poseía un viejo mapa que me llevaría hasta la zona del desfiladero. Empecé buscando por los riscos más orientales, y dí con una gruta que coincidía con las descripciones. Aguardé unos instantes, y a la vista de que no sucedía nada, lancé un grito, tembloroso, y ¡¡apareció!!





¡¡¡Ah!!! No, esto no puede ser Smaug el Terrible. Ni es de fuego, ni impone, ni vuela ni nada. Habrá que seguir buscando...


Un poquito más adelante, otra gruta, esta un poco más arenosa, y lo mismo, nadie a la puerta. Un grito y... ¡¡Esta vez sí!! Este tiene que ser Smaug...



Por allí asoma la cabeza... ¿será Smaug?¿No será?... un poco más cerca...




Tiene el cuerpo llamativo, es más grande que el anterior... pero nada de lanzas, ni alas ni nada... Seguir buscando es lo que toca...


A escasos metros de allí, una gruta de similares condiciones, pero de tamaño mayor, reunía las condiciones que describía el viejo mapa... Pero en esta ocasión, ya había alguien vigilando, notó mi presencia antes de, siquiera, llegar a verme. Era él. Sin duda. Ese aspecto fabuloso. Esa mirada penetrante.



No solamente esos ojos me miran... En una atalaya cercana, otro congénere me vigila. No estoy seguro aquí...




¡Cuidado! Acaba de salir de su gruta y... va directo hacia mi. Esto se pone feo.... dejémoslos tranquilos. No me arriesgaré a acercarme más. Creo que por hoy es suficiente. ¡¡Hasta la próxima!! SSSHHHHHHHHHHH!!!!!!!! Silencio...



2 comentarios:

  1. Muy buena Dario, unas fotos fabulosas.
    Saludos.
    Lolo

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  2. Impresionante rapaz. Ya estoy deseando leer ese libro tuyo.
    Un abrazo

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