La Primavera Trompetera

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Ya llegó la Primavera. Entre chubascos, tardes de sol, mañanas de viento, noches de hielo... la Primavera es, cuanto menos, una estación inestable, a la vez que hermosa y sorprendente. Los campos, se vuelven de verde esperanza y un colorido floral que hace que nos olvidemos del Invierno gradualmente.

Las aves, como la Flora, también se muda y no es extraño ver pasajeras que hacen paradas en nuestras tierras para repostar y seguir su camino a sus lugares de origen.

En mi pueblo, existe una gran variedad de hábitats, desde profundos bosques de encinas y robles, pasando por estepas cerealistas y de regadío, hasta pequeñas pero muy diversas concentraciones de agua en graveras, lagunas fluviales, pluviales, manantiales, arroyos, ríos, meandros, fuentes, charcales... No sé por qué se apellidará "Del Agua"...

El caso es que en este tiempo tan inestable, algunas aves migratorias, deciden parar a descansar en sus peculiares áreas de servicio, como estos chorlitejos y andarríos.

Los chorlitejos chicos no tienen la capacidad de adentrarse demasiado en el agua, así que aprovechan cualquier charca pequeña para peinar los barros.

El andarríos grande, está más capacitado que el chorlitejo para adentrarse en las lagunillas.

Preparándose para pasar la noche. 

Haciendo estiramientos antes de reposar.

Los últimos rayos del día son bien acogidos por estos viajeros.

Pero no solo los viajeros invernales se dejan ver por aquí; ya han llegado algunos de los residentes estivales, como por ejemplo las ilustres y flamantes Aves del Año 2014, las Golondrinas.

Aves como la collalba gris, ya campean por sus lugares asiduos y van acomodándose para encontrar lugares en los que situar sus hogares.

Pero, como antes había dicho, la primavera es un tiempo muy irregular, que a algunas aves confunde...

Buitre leonado sobre una antigua casa en el término de San Pedro. Creía que era su casa...

Los chaparrones primaverales ayudan a las aves a adecentar su plumaje y, con la ayuda del sol, secarse para retomar los altos vuelos prospectores.

Pero, si por algo se caracteriza la primavera, es por la ebullición de humedales. En semanas lluviosas, los campos no pueden drenar todo el agua que reciben de arroyos y nubes, y se convierten en improvisados humedales que hacen de las zancudas y otras aves, su propio restaurante-autoservicio.

Anfibios como estas ranas comunes, también aprovechan estos humedales para realizar su vida, y depositar sus huevos, arriesgándose a que esas charcas temporales se sequen antes de que los renacuajos concluyan su vital evolución.

Aunque no solamente garzas e insectívoras se aprovechan de estas lagunas temporales. La primavera es una época de cambios, que a las aves empuja a reactivar su ciclo vital. Algunas aves, como las garzas, no necesitan moverse excesivamente de su lugar de origen, pero hay períodos primaverales, normalmente períodos de tregua entre borrasca y borrasca, que invitan a aves migratorias a descansar de su periplo migratorio y retomar fuerzas, para continuar su largo peregrinar hacia sus lugares de origen.

Una buena mañana de primavera, un sonido me hace recordar a una tarde otoñal, con sabor a terruño... Unas aves venidas del sur, en paso hacia el norte, con acento extremeño, y hambre de seis semanas, han elegido unas pequeñas lagunas para tomar aire, acicalarse, y pegar un bocado, antes de seguir su ruta hacia el norte. Grullas veo.

Buen viaje, familia extremeña.