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26 noviembre 2013

Tiempo de Migraciones

Hola amiblogs,

Ya bien entrado el Otoño, y con el Invierno a la vuelta de la esquina, asomándose cada vez más, no me resisto a echar la vista atrás y recordar las salidas por el Campo Bauto, esas salidas teñidas con el oro de nuestros campos, el turquesa de nuestros cielos y el esmeralda de nuestros bosques. Los atardeceres ocres, los amaneceres con rocío, las noches en calma, los días cálidos...
El Verano pasa y da pie al Otoño, época que parece recoger todos esos colores dispersos por doquier y guardarlos en pequeños lugares, a veces recónditos...




Pero con la venida del Otoño, también debemos despedirnos de nuestros vecinos alados... Dando una vuelta por el campo,  podemos apreciar que el espectro de avifauna casi cambia radicalmente, aves como el aguilucho cenizo, que otrora surcaba los campos de labor, ahora surca tal vez los mares de dunas y descansa en los oasis del continente negro.





Con la partida del Aguilucho Cenizo, pocos quedan ya vigilando nuestros desnudos campos de Iberia. Uno de ellos, el incansable Cernícalo, otea sin descanso desde su atalaya, que muchas veces se convierte en surcador de los aires, desde donde vigila infatigablemente la campiña.











Pero no solo el cenizo nos abandona en los meses de escasez y frío. Hay otro al que rara vez se le ve, más da pie a que se le escuche. En los sotos, junto a los ríos y por la espesura, suele andar otro viajero. Hecho de oro el macho y de verde-amarillo la hembra... Si, hablo del pájaro de Potosí, la Oropéndola, ya no podremos escucharla por estas latitudes hasta bien entrada la primavera...








Pero los que se van dan pie a los que llegan, y a los que se quedan. En otoño suele ser frecuente, cuando uno camina por los bosques, cuyo suelo se haya recubierto por un precioso manto de colores que ni los mismísimos turcos podrían hacerlo mejor, se pueden oír perfectamente el tamborileo de nuestros queridos pájaros carpinteros... de este sobre todo...









...Pero también de este otro, aunque por aquí se lo conozca como picorelinche, ganado a pulso, pues a la par que el tamborileo, se esucha un verdadero concierto sinfónico cuando varios pitos reales se hablan entre sí.






No obstante, hay algunos que cambian sus hábitos y en vez de coger las corrientes térmicas, que en verano les alzaban a surcar los cielos y otear cualquier resquicio del campo, ahora parece costar más, y prefieren esperar a una oportunidad verdaderamente clara.





Y para acabar el paseo por el cambio de estaciones, ya no se ven las mismas estrellas en el mismo sitio. Esta toma es de nuestra Galaxia, La Vía Láctea, realizada durante la noche de las Perseidas, como podréis comprobar no hubo suerte... pero no desesperar... siempre hay una segunda oportunidad : ). Un saludo y hasta la próxima!!











6 comentarios:

  1. Hola Darío.. Muy chulas las fotos.. Un saludillo desde Madrid..

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    1. Hola Ana, muchas gracias. Ahora estoy algo liadillo y casi no tengo tiempo de atender el blog. Por eso me guardo algo en la recámara. Un saludo y abrazo!

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  2. Buah, una entrada preciosa. Y me repito en lo que te dije de la nueva portada, me chifla.
    ¡Saludos!

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    1. Ese Linse!!!! Muchas gracias por tus palabras. Me paso por tu blog!!!! Un abrazo sentinela!

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  3. Preciosas imágenes rapaz y no digamos el texto. La portada te ha quedado espectacular amigo mio.
    Un abrazo chaval

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  4. Me gusta este recopilatorio Dario.
    Abrazos.
    Lolo

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