La Reina de la Estepa Cerealista

Castilla. Ese lugar al que a muchos le resultará distante, extenso, denso, solitario, inhóspito...

Recuerdo que cuando era sólo un niño, miraba ese palomar en ruinas de Villa Carmen, ahora reconstruido, y me venía a la mente aquellas imágenes de la 2 de Televisión Española, en la que aparecían grandes extensiones de llanuras cerealistas, páramos, campiñas... Tierra de Campos.

Para mí, estas imágenes forman, en conjunto, la visión de la llanura interior de la Meseta Castellana. Sus palomares cilíndricos, sus campos de cereal, sus pueblos y campanarios diseminados `por todo el horizonte color oro...

Esta es la visión que tengo de esa Castilla rústica, esa Castilla que ha sufrido el fragor de innumerables tribus, pueblos, ejércitos, batallas, victorias, derrotas, conquistas, reconquistas, deforestación indiscriminada...

Pero esta Castilla no sería la misma sin su peculiar Fauna, a la cual aprecio, admiro, respeto y sobre todo, disfruto de ella de una forma sana.

Linneo, en su afán por catalogar y especializar todo bicho viviente, denominó, y no sin criterio, a nuestra protagonista como Otis tarda, cuyo nombre le viene al pelo, mejor dicho, a la pluma.

Se ha ganado, a pulso, el curioso título de animal volador más pesado del mundo. Ver alzar el vuelo a estas aves es como ver despegar a un Boing 747, es sencillamente espectacular.

Pero quién mejor para explicárnoslo que mi paisano, un tal Félix, de quien he aprendido mucho de lo que sé sobra la naturaleza, al igual que de Fernando, gran naturalista y mejor persona, al que va dedicada esta entrada.






   

Los barbones, antes de pasar a la época propiamente nupcial.

Macho barbón, al fondo, Zael.