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09 enero 2013

La Sabana del Vale del Arlanza

1 de Enero de 2013...

Tras el sonado "apocalipsis" fallido de los Mayas, la vida continúa para los habitantes de esta gran reserva natural, la Tierra. En particular, en un pequeño rincón de ésta, allá por tierras Bautas, donde el Sol sale por las nevadas montañas y se pone por las inmensas extensiones de Tierra de Campos. Las lagunas temporales vuelven a cobrar y albergar vida, la hojarasca de los bosques caducifolios ya cubre como un manto el sotobosque. Por las tierras que bajan hacia los valles, inundados de pequeños riachuelos, pastan alegremente todo tipo de mamíferos, desde los abundantísimos corzos hasta los no menos numerosos jabalíes.
Entre tanto ajetreo, la colonia de milanos reales va tomando posiciones en los diferentes dormideros, muchos de ellos no han podido llevarse nada al pico, mañana será otro día. Pueden contarse por decenas y, en ocasiones, levantan todos el vuelo porque alguno ha dado la voz de alarma. ¡Qué espectáculo! Como si de un festival de cometas se tratara, allí están, sobrevolando el pequeño monte, a expensas de que alguno se decida y vuelva a tomar posiciones sobre el gran dormidero.

Pero, quizás, todo esto queda en un segundo plano. Quizás alguien que no esté acostumbrado a pasear por las extensiones de terreno de mi querida tierra, no se percate de todo eso, puesto que hay otro evento más espectacular, aún si cabe, que el ver esos numerosos movimientos de animales que se recogen para acostarse y en muchos casos dormitar; hablo de la llegada a la copa de las encinas de la colonia de buitres, que por estas tierras son tan numerosos y que ya forman parte del paisanaje Bauto.

Esto, si lo unimos a una puesta de sol, con pequeñas pinceladas de nubes, se convierte en todo un espectáculo de luces y sombras, colores vivos y no menos llamativos.

Es posible, si uno anda con pies ligeros, apostarse bajo la copa de una encina y disfrutar de este espectáculo que, si lo unimos a un objetivo, produce instantes como estos:



Uno de los corzos que se recogía.


Los Milanos Reales, ahora abundantes, copan muchos árboles.



Una de las llanuras de Quintanilla.



La puesta de los buitres.























11 comentarios:

  1. Impresionantes estampas Darío, que luces y del texto no te digo nada precioso, ni yo mismo lo hubiese podido contar mejor. Desde luego que las siluetas heráldicas de los buitres recortadas contra las impresionantes luces del atardecer, confieren a tu tierra un distintivo único. Bonita entrada, si señor.

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    1. Muchas gracias maestro!! cuando no se puede estar muy cerca de ellos, estar lejos también produce sensaciones!! Un abrazo a la familia!

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  2. Precioso ese atardecer con las siluetas de los buitres... no me extrañaría si hubiera salido una jirafa en vez del corzo.
    ¡Saludos!

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    1. Gracias Carlos!! la verdad es que yo a veces también lo pienso!! un saludo!

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  3. Bonitas fotos y atardecer ,Dario .
    Los colores del invierno en el pueblo tienen su encanto tambien .
    Un saludo

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    1. Hola y gracias Angel!! la verdad es que si que lo tienen. Un saludo!!

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  4. ¡Así se describen las tierras Bautas!. Leerte ha sido como pasear por sus fríos campos.
    Las fotos de las siluetas con el atardecer de fondo son geniales.
    Un abrazo!!

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    1. Hola maestro!! no te imaginas lo frios que estan ahora... gracias y un abrazo a la familia!

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  5. Precioso relato Darío, y esos atardeceres me encantan, son mi perdición. Un abrazo enorme

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    1. Hola Silvia! mucho gusto leerte por aquí! muchas gracias por tus palabras. Un abrazo!

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  6. Hola Darío,

    Qué atardeceres tan impresionantes. Esos contraluces a los buitres te han quedado de premio! Es un auténtico privilegio poder estar tan en contacto con la naturaleza. Disfrútalo y transmitelo tanto como puedas.

    Un abrazo.

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